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Por qué el IDRC no apresura su política de datos abiertos

 

Naser Faruqui

Director, Education and Science, IDRC

Cada vez son más los organismos que financian investigaciones que exigen políticas de datos abiertos. Esta tendencia no se da solo en países industrializados, sino también en países de mediano ingresos, como Brasil y Colombia.

Desde organismos de asistencia bilateral hasta fundaciones filantrópicas y comisiones nacionales de investigación, las instituciones reconocen el potencial del acceso abierto para promover la ciencia, la colaboración y la innovación.

El Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC) no es la excepción. El Centro también considera que los datos de investigación abiertos cumplen un principio científico fundamental, ya que el acceso público permite confirmar o cuestionar las investigaciones.

Su Declaración de Principios sobre Datos Abiertos, publicada en noviembre de este año, remarca la importancia de que los datos de las investigaciones sean abiertos para promover el mandato del Centro. Este documento explica a los investigadores que los datos se deben gestionar de manera tal que se maximice su potencial de intercambio, aunque reconoce que hacerlo no debe someter a los investigadores a una carga excesiva. Además, trata el intercambio responsable de datos y menciona motivos legítimos por los cuales algunos datos de investigaciones no deben compartirse.

La Declaración adopta un enfoque gradual, basado en el aprendizaje, para la apertura de los datos de las investigaciones. ¿Por qué gradual? La decisión de “ir con pie de plomo” surge de una evaluación de la capacidad y de la cultura dentro y fuera de la organización, y es posible que otras personas aprendan de esta experiencia.

Una evolución

Primero analicemos el panorama completo.

Aunque los organismos que financian investigaciones avanzan hacia la exigencia del acceso libre a los datos de las investigaciones, sus políticas varían. Una de las variaciones fundamentales radica en la cantidad y la naturaleza del apoyo, ya sea financiero o de otro tipo, que reciben los subvencionados. Los debates del IDRC con algunos de estos organismos han revelado que implementar y controlar las políticas de datos abiertos pueden constituir un desafío.

Al mismo tiempo, los editores también solicitan cada vez más a los autores que sus datos sean abiertos.  Un estudio reciente determinó que el 10 % de las cien revistas de ciencias sociales más importantes tenían una política de datos abiertos en 2003 y que esta cifra casi se cuadruplicó en un período de solo diez años: en 2015 ascendió al 39 %. Esta tendencia hacia políticas de datos abiertos más rigurosas resulta similar también en las revistas de ciencias biológicas.

Se trata de una iniciativa que puede aportar grandes beneficios. Un ejemplo notable proviene de la decisión pionera del proyecto Genoma Humano de hacer públicos los datos de secuenciación del genoma. Aunque persisten algunos desacuerdos respecto de cómo cuantificar su impacto económico (un estudio estimó un retorno de 141 veces la inversión original de 3800 millones de dólares en un periodo de 20 años), existe un amplio consenso sobre el importante papel de catalizador que tuvo este programa megacientífico para la investigación de la genómica y la economía de la atención sanitaria.

Otro ejemplo proviene del proyecto Desarrollo de Medicamentos de Fuente Abierta (OSDD) de la India, un consorcio del Consejo de Investigación Científica e Industrial (CSIR). Una reciente evaluación interna de su trabajo informa cómo el OSDD se benefició al agrupar la infraestructura de investigación y hacerla abierta: redujo el costo de las investigaciones sobre enfermedades desatendidas y orientó sus iniciativas de investigación, que antes eran heterogéneas, hacia una comunidad interrelacionada que luego podría trabajar de forma colaborativa.

Como resultado, una de las iniciativas, que consistía en volver a anotar el genoma del microbio que causa la tuberculosis, se completó en cuatro meses sin ningún costo adicional. Su impacto puede ser más gradual que el del descubrimiento de una nueva droga, pero es relevante para promover la investigación.

Al alentar y apoyar a la comunidad científica para que comparta los datos de sus investigaciones, el IDRC espera que surjan dinámicas similares en las investigaciones que financia: nuevas colaboraciones, nuevas direcciones y el uso de datos para producir beneficios económicos, sociales y medioambientales. Esto incluye abordar las deficiencias que limitan las investigaciones en contextos de bajos y medianos ingresos. El intercambio de datos podría permitir que los investigadores del hemisferio sur se basen cada vez más en el trabajo de sus pares.

Marcar el ritmo del cambio

La Declaración de Datos Abiertos del organismo deriva de la presentación de la Política de Acceso Abierto en 2015. En esta política se reconoció que las publicaciones que emanan de investigaciones financiadas con fondos públicos deberían estar disponibles sin costo alguno y de forma abierta en línea, y a partir de esta se crearon mecanismos flexibles para que los subvencionados contribuyeran con su investigación a un acervo global de conocimientos.

La política de Acceso Abierto se concentró en el intercambio de publicaciones, como artículos en revistas especializadas, libros y literatura gris surgidos a partir de actividades de investigación financiadas por el IDRC. Aunque esta política incentivó el intercambio de datos, no se trataba de una condición excluyente.

Desde entonces, con el objetivo de informar su posición sobre los datos de investigación abiertos, el centro evaluó su capacidad interna para mantener datos abiertos y gestionarlos de manera responsable. Asimismo, analizó las políticas y las prácticas de otros financiadores de investigaciones, consultó a subvencionados y trabajó con una cohorte de investigadores a fin de diseñar pautas para gestionar y archivar datos de investigación.

Es más complicado dar acceso abierto a los datos de investigación que a las publicaciones surgidas de las investigaciones. Para que den buenos resultados, la gestión y el intercambio de datos abiertos deben integrarse cael ciclo de vida total de la investigación. Esto requiere recursos adicionales y atención por parte de los equipos de investigación. Como podría suponerse, la experiencia técnica de los investigadores y la capacidad que tienen sus instituciones de origen de curar datos de investigación no siempre son iguales.

Este artículo se publicó originalmente en SciDev.Net el 20 de febrero de 2019. Se volvió a publicar con autorización.